Paradojas

sábado, 4 de julio de 2015

Travesía en mi propio lienzo


Persigo en mi barca un puñado de ilusión
y en los cuencos de manos amigas
lo derramo. Me derraman.
Espejeando sonrisas de bocas anchas
urdiendo trampas al destino
acorralándolo poco a poco en el vaivén
para que sus sombras pasen cantando.
Entreabro las pestañas del tiempo irresoluto
y me contagio en la idolatría del amor
meciéndome en el misterioso ritual
de los migrantes sentimientos apostando
a alcanzar lo inalcanzable pese a todo.
Abanico fantasías y saqueo sus tramas
en la fosforescencia de un suspiro errante
próximo y distante, tal vez furtivo
y en la espesa nostalgia siempre vivo.
Juego con los hilos invisibles de esa urdimbre
y canto cada brizna de loco desatino
navegando la vigilia del oráculo.
Indómita.